Al músico principal. En Neginot. Masquil de David, cuando los zifeos fueron a decir a Saúl que David estaba escondido en su tierra.
1Dios mío, ¡sálvame por tu nombre!
¡Defiéndeme con tu poder!
2Dios mío, ¡escucha mi oración!
¡Presta oído a las palabras de mi boca!
3Gente extraña se ha levantado contra mí;
gente violenta intenta matarme.
Dios mío, ¡son gente que no te toma en cuenta!
4Pero tú, mi Dios, eres quien me ayuda;
tú, Señor, eres quien sustenta mi vida.
5Por tu fidelidad, ¡destrúyelos!
¡Devuélveles el mal a mis enemigos!
6Yo, Señor, te ofreceré sacrificios voluntarios,
y alabaré tu nombre, porque es bueno alabarte;
7porque tú me has librado de toda angustia,
y con mis ojos he visto la ruina de mis enemigos.
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