DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 33.17-20.
Hoy el ser humano tiende a juzgar a Dios por lo que sucede alrededor del mundo; si hay desastres naturales, se escuchan preguntas como, ¿Qué clase de Dios permite esto?, si hay guerras, se pregunta ¿Dónde está Dios, que hay guerras?, los seres humanos ejecutan genocidios modernos, hay discriminación y preguntamos ¿Por qué Dios es tan injusto?, hay olas de inmigrantes buscando nuevos horizontes y se culpa a Dios. Esos y muchos otros cuestionamientos no son nuevos, el ser humano los ha hecho desde siempre, cuestionamos constantemente, juzgamos desde nuestro propia perspectiva lo que sucede. En este pasaje Dios responde este cuestionamiento, ¡los que no actúan con justicia son ustedes!, han dañado la tierra y se culpa a Dios de los desastres naturales, se producen guerras porque son un buen negocio entre dos grandes mercaderes y se culpa a Dios por la muerte de tanta gente inocente, hay genocidios, porque un pueblo se cree superior a otro y se culpa a Dios por esos genocidios; decimos ¿Por qué Dios lo permite?. Dios nos dio la libertad de elegir, debemos entender que si sembramos malas acciones, cosechamos injusticia y dolor. La promesa es “si el malvado se aparta de sus maldades y actúa correctamente, esa persona vivirá”. En otras palabras tenemos esperanza, no importa el mal que hayas hecho, hoy Dios te ofrece la oportunidad de cambiar, pero debes tomar la decisión, porque cada uno recibirá el premio justo según sus acciones.