DEVOCIONAL DIARIO
Ezequiel 34.16-20. La promesa de salvación va unida al juicio, Dios debe juzgar los actos para dar a cada uno según sus actos, al que le corresponde salvación, salvación, al que corresponde castigo le dará en proporción a sus hechos.
Dios buscará las ovejas, las vendará y empezará el proceso sanador, y su promesa de salvación; inclusive Él es Justo en sus juicios, por lo tanto juzgará a aquellas ovejas que pisoteaban el agua y la comida para que las más débiles no la coman.
Hay ovejas en las iglesias que se consideran superiores y más espirituales, creen que dominan el conocimiento de Dios, y le niega a las más débiles la posibilidad de aprender a conocer a Dios. Cuando una oveja se atreve a juzgar a otra oveja de la congregación, está juzgándose a sí mismo. Hay ovejas que Dios selecciona para pasar por valles de dolor, porque Dios confía en ellas y quiere fortalecerlas; sin embargo, otras ovejas crueles las acusan de estar en condición de pecado, eso es enturbiar el agua que el otro llega a tomar, es pisotear la comida que Dios le está dando. Toda promesa lleva consigo juicio, pero el único que puede juzgar es Dios, conocedor de nuestros corazones y nuestras intenciones. Jesús dijo: “Ustedes juzgan según los criterios humanos. Yo no juzgo a nadie; pero si juzgo, mi juicio está de acuerdo con la verdad, porque no juzgo yo solo, sino que el Padre que me envió juzga conmigo.” Juan 8.15-16.