DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 18. 1-3
Es un Salmo de Acción de gracias del Rey. Fue escrito por el Rey David, el escritor del libro de Samuel, ubica la creación del Salmo al final de la carrera de la vida de David. Lo puedes encontrar en el segundo libro de Samuel capítulos 21-22. David termina la carrera de la vida exaltando a Dios por todas las veces que le libró de sus enemigos, por como lo cuidó, lo amó.
La vida le enseñó a conocer a Dios por eso expresa con completa confianza en Dios y amor personal hacia Dios, quien es Dios para él, da una lista de virtudes de Dios descubiertas a través de su vida: Dios ha sido su Protector, su lugar de Refugio, su Libertador, su Dios, La Roca que le protege, Su escudo, el Poder que le salva, su más Alto Escondite. David fue un Rey muy exitoso, al leer la historia de su vida, podemos deducir que su consigna fue: vale más vivir dependiendo de Dios, aprender a conocerle a través de la vida que tener éxito profesional o abundancia material. La relación con Dios era la prioridad de David, disfruto del cuidado y protección de Dios.
En el libro de Hechos 17.24, Pablo en su discurso a los atenienses dijo “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por los hombres, ni necesita que alguien haga algo por Él, pues él es quien nos da a todos la vida, el aire y las demás cosas.”. Esta misma era la filosofía de David, Dios no necesita al ser humano, somos nosotros quien necesitamos de Él. David nos enseña una lección de vida: tendrás el éxito necesario cuando Dios es el centro de tus acciones, cuando vives buscando obedecerle, cuando vives con una canción de adoración a sus grandezas desde tu corazón.