DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 23.1-2 (RVR60)
Es un Salmo de súplica individual, una oración de confianza. No sabemos en qué momento de su vida David lo escribió, lo que sí podemos saber es que conocía cuál era la labor del pastor de ovejas, porque él había sido pastor desde niño.
A diferencia de otros animales, la oveja es un animal muy inocente, otros animales son astutos, saben vivir entre peligros y saben defenderse; las ovejas son tontas, no saben defenderse, pierden el camino fácilmente, además el cuido de las ovejas demanda un acompañamiento constante, por ser lugares semidesérticos, es necesario buscar los pastos fértiles, los arroyos de agua y guiarlas a lugares seguros; sin un pastor son víctimas de todo lo que las rodea, así somos nosotros. Conociendo eso por su propia experiencia, David, se reconoce a sí mismo como una oveja, indefensa, que ocupa de su pastor para vivir, para tener comida, agua, protección en un mundo que lleva a sus habitantes a una condición de soledad latente y sensación de vivir en desiertos.
Por eso con toda seguridad hace esta afirmación de confianza: “El Señor es mi Pastor”, “Jehová es mi Pastor”, es aquel de quien dependo para todo, a quien miro para tener mi alimento, agua, dirección y cariño, como oveja indefensa que soy. “El Pastor”, es uno de los nombres de Dios, aparece por primera vez en Génesis 49.24, cuando Jacob da la bendición paternal a sus hijos, a José le dice: aunque te odien, te persigan y te maltraten, te mantendrás firme gracias al Poderoso de Jacob, gracias al Nombre del Pastor, el Protector de Israel, pase lo que pase en tu vida te mantendrás firme gracias al Señor.
Aquí pueden ver el mismo concepto de David; en Génesis es otra persona cuya profesión es ser pastor, Jacob, quien se refiere a Dios como El Pastor, y los invoca para la protección y guía de su hijo preferido, José. Tres Nombres de Dios utiliza Jacob para bendecir al hijo escogido para el sufrimiento ocasionado por sus hermanos a quienes ama y luego salvarlos, la vida de José fue una profecía de lo que haría Jesús. En el caso de José, El Pastor fue su única compañía en medio del dolor, igual en el caso de Jesús. En el Nuevo Testamento, Jesús se dice a sí mismo que es El Pastor, La Puerta del aprisco por la que entran las ovejas para ser protegidas. ¿Puedes decir con David El Señor es mi Pastor? Si sientes que no, hoy es el día para decirle que anhelas su protección.