DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 24.6-10.
Esta segunda parte del salmo inicia con una expresión para reflexionar, «Así deben ser todos los que buscan al Señor», la falta de temor de Dios ha hecho olvidar a muchos que, Dios demanda santidad de nosotros, nos ayuda a ser santos, limpios de corazón, limpios en nuestras acciones, porque Él es Santo dice en Levítico 11.24, y esa norma es también para aquel que está en un puesto de autoridad, sea este sacerdote, rey o servidor, la ordenanza es para todos.
En el versículo 7 David dice que las puertas de Jerusalén no son suficientes para que pase por ahí el Rey de Gloria, este es un estribillo, se repite dos veces en este canto. Luego describe la magnificencia del Rey de Gloria, quien lo hace cantar y danzar mientras lleva el Arca a la entrada de Jerusalén. El Señor es el fuerte y valiente, El Señor es el que gana las batallas, no era David. De la misma forma nosotros, es Salmo nos lleva a reflexionar sobre «El temor a Dios», en otras palabras «El respeto a Dios», cuando nos creemos ser poderosos, y olvidamos que todo poder que nos conceden viene de Dios, nuestros actos tendrán otra naturaleza, es para Dios, no para mis intereses personales. Cierra el Salmo invocando uno de los nombres de Dios, «Jehová de los Ejércitos», el que gobierna, el que dirige a su pueblo, el que da las instrucciones.