DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 33. 16-22.
Esta parte del salmo nos deja más claro la forma en que Dios gobierna sobre todo, exalta que el poder en la tierra no depende del ejército o el armamento bélico de un gobierno, está en un pueblo que en forma individual y en comunidad busca a Dios con un corazón sincero, lo busca de corazón y procura obedecerle. El poder de Dios esta por encima de las ideas humanas de gobierno; si cada individuo que es parte de una nación sea capaz de temer a Dios y confiar en él, es lo que hace la diferencia. El poder de una nación se muestra en la dependencia de Dios de los individuos que la componen, no en la imposición de creencias o la creación de leyes que beneficien a unos a costa de otros o que se obligue a toda una población a seguir a la fuerza a Dios, ese no es el interés de Dios. Cierra el salmo con una invitación a la adoración pero por adoradores que tengan una profunda fe, que sean íntegros y tienen puesta toda su confianza en Dios, eso es la fortaleza de una nación. Cerramos la meditación en este salmo con Juan 4.23-24, Jesús deja claro cual es la adoración y alabanza que se espera de nosotros:
“Pero llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo adoran. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios.”