DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 42. 7-11
Hay una similitud entre el versículo 7 y Jonás 2.3, cuando en lo profundo del pez reflexiona su actuar de huir de Dios y desobedecerle. El escritor reflexiona, concluye que la experiencia vivida le ha llevado a confiar en Dios, creer que cuando pase este tiempo de aflicción que llama noche, la mañana le permitirá ver la misericordia de Dios.
La aflicción le ha llevado a aprender a esperar, la aflicción ha hecho crecer su fe, y a reafirmar su necesidad de Dios. No hay noche oscura que dure para siempre, vendrá la mañana y con ella disfrutará de la nueva misericordia como lo dice en Lamentaciones 3.22-23.
El Salmo entero nos recuerda que Dios es como el agua fresca que satisface nuestras más profundas necesidades, tal como lo dijo Jesús, «Si alguno tiene sed que venga a mí y beba», la necesidad de Dios es para el ser humano igual a la necesidad de agua, no olvides el ofrecimiento de Jesús.