DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 50. 16-23
¡Interesante! en esta segunda parte del Salmo, catalogando como malvado, a quien sin conocer en qué consiste los mandamientos de Dios se atreve a hablar de ellos. Aquel que no los vive y se atreve a hablar de esos mandatos y aun, no quiere ser corregido, dice que esa persona pisotea las palabras de Dios.
Luego, Dios es quien habla y le dice al lector o bien al oyente, «si haces todo lo que contrario a lo que dicen mis mandamientos y YO he callado NO es porque soy como tu, hay un momento en que te reprenderé» (esto es interpretación).
Termina haciendo una advertencia a los que se olvidan de Dios, habrá un momento en que Dios pedirá cuentas por tu estilo de vida, pedirá cuentas a aquellos que convirtieron en un rito sus mandamientos y no los cumplieron con un corazón sincero, honrando a Dios; sino con hipocresía hablan de la ley, pero no la obedecen, nada hacemos con repetir la ley de Dios, saber muy bien los mandamientos y poder recitarlos, pero no los cumplimos.
Lo que Dios pide del ser humano es que lo amen y le obedezcan, dice Oseas 6.6 «Lo que quiero de ustedes es que me amen, y no que me hagan sacrificios; que me reconozcan como Dios, y no que me ofrezcan holocaustos». Oseas 6.6. La Lección final del salmo es, seamos de corazón sincero ante Dios, vivamos sus mandamientos con gozo y adoración a Dios, corrijamos nuestro camino, que Dios nos salvará.