DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 51.1-9
Es una súplica individual, se le conoce en la tradición cristiano como la oración de arrepentimiento por excelencia.
Es la oración de David cuando Natán el profeta le relata el cuento en 2 Samuel 12, David como rey da la sentencia contra el hombre rico que teniendo tantas ovejas roba la ovejita de su vecino pobre, dice que ese hombre debe morir y pagar cuatro veces el valor de la ovejita. Pero Natán le dice que ese hombre es él y le da la palabra de Dios: «¿Por qué despreciaste mi palabra, e hiciste lo que no me agrada? Has asesinado a Urías el hitita, usando a los amonitas para matarlo, y te has apoderado de su mujer. Puesto que me has menospreciado al apoderarte de la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer, jamás se apartará de tu casa la violencia.»
En ese momento David reconoce que ha pecado contra Dios y este salmo es su oración. Veamosla. David pide a Dios que le purifique de su pecado, que lo renueve interiormente, así como la purificación en el Antiguo Testamento era una ceremonia de lavado, pide a Dios que lo limpie con jabón y agua, reconoce que ha pecado contra Dios. Cualquier acto contra nuestro prójimo hecho con malas intenciones es un acto contra Dios y nos pedirá cuentas.