DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 51. 10-15
Empieza la súplica por la restauración total de la vida, el pecado nos destruye, por eso empieza por el corazón, ruega a Dios que sea limpio de nuevo, que sus intenciones sean sanas, que su espíritu sea recto, que el Santo Espíritu de Dios vuelva a morar en su corazón.
David entendió la seriedad de su pecado, no solo le había robado la vida a la esposa de Urías, sino que le robo la vida Urías mismo y mató la confianza que sus hombres más cercanos tenían en él, aquellos que tuvieron que cumplir la orden de traer a una mujer casada a sus recintos, aquellos que tuvieron que exponer a Urías en la guerra, esos servidores perdieron el respeto por su rey, su pecado fue una inmensa bola de pecado que afectó a toda su familia.
En estos textos le pide a Dios que le devuelva el gozo de ser salvo y un espíritu dispuesto a obedecer a Dios en todo, solo eso le dará la capacidad para ayudar a los pecadores a volverse a Dios. Cómo vamos a testificar cuando llevamos en nuestra conciencia la carga de saber que hemos pecado.