DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 69. 1-12
Es una súplica de auxilio de alguien que sufre por enfermedad, o en peligro de muerte, se siente abandonado por todos hasta por su familia y amigos; súplica a Dios que le proteja y le defienda, ruega a Dios que su Nombre no sea ofendido por el sufrimiento que vive.
Este salmo es muy similar al salmo 22, algunos biblistas creen que fue escrito por Jeremías el profeta, sobre todo por los últimos versículos que hablan de la reconstrucción de la ciudad. Jesús cita el versículo 4 de este salmo, en Juan 15.25, cuando dice a sus discípulos «Pero esto sucede porque tienen que cumplirse las palabras que están escritas en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.»
El escritor utiliza el pantano como un símbolo de todos los sufrimientos en los que se encuentra sumergido; como en el caso de Jonás, siente que todas las aguas y las corrientes de las aguas pasan sobre él. Es la experiencia de una persona en depresión, se siente hundido, acabado, busca ayuda pero no la encuentra, quienes le rodean no le entienden, en este caso en el versículo 5 el orante reconoce su insensatez, su incapacidad de enfrentar las situaciones, confiesa sus pecados.
Ese es el paso principal para salir de un estado depresivo, reconocer la incapacidad de lidiar con una situación y el segundo paso es acudir a Dios. Pero en este caso el dolor que sufre esta persona es por causa de servir a Dios, lo que produce una crisis de fe. Esta persona no logra entender cómo, si está sirviendo a Dios y procura seguirle fielmente le suceden tantas cosas. El mismo salmo da la respuesta, lo veremos en nuestro próximo devocional.
¡Siéntete amado! ¡Nuestro Salvador, Jesucristo, dio la vida por ti…!