DEVOCIONAL DIARIO
Salmo 71.1-11
Conocida como la oración del anciano, es una súplica de la persona que ha llegado a su edad madura y ha gozado de una firme relación con Dios. Algunos biblistas piensan que este salmo fue escrito por el profeta Jeremías, no lo sabemos realmente, pero tiene un mensaje para toda época.
El autor resalta que Dios es fiel a través de toda la vida, pueda que este salmo haya sido escrito en un momento dónde el autor vivía una crisis de fe y quería reconfirmar en lo íntimo de su corazón esa fidelidad de Dios que nunca falla. Inicia reafirmando que ha encontrado refugio en Dios, y por eso pide ayuda y ruega no ser avergonzado. A veces pensamos que Dios nos ha fallado y nos alejamos de Dios, no es Dios quién se aleja de nosotros; en este caso quien ora sabe que puede acudir a Dios, El es la Roca de Salvación, donde siempre se ha resguardado.
El secreto que nos comparte el escritor de este salmo es, no importa lo que pase, ¡NUNCA!, ¡NUNCA! olvides los grandes milagros hechos en tu vida cada día, actúa con un alma agradecida que reconoce la misericordia de Dios, que te permite respirar cada mañana. El escritor continua compartiendo Quién es Dios en la experiencia de su vida, es el dador de esperanza, de seguridad desde antes de nacer, es quien le sostiene. Ahora pasa por esta crisis y recordar los grandes hechos de Dios en su vida le da fuerza, explota en alabanzas a Dios por su amor y cuidado; suplica que cuando sea más viejo no le abandone, los enemigos hablan mal de él, y creen que por pasar por una crisis no tiene quien le proteja; pero en lo profundo de su corazón sabe que Dios vendrá en su ayuda, siempre lo ha hecho y lo hará una vez más, lo mismo es contigo.
¡Que hoy sea un bello día para compartir lo que Dios ha hecho en ti…!